Sandra solo tiene 18 años y tiene la ilusión, la fuerza y la juventud, todo lo necesario para emprender este largo y difícil camino que es la música y en su caso, comunicarse a tavés de su voz. Su voz bien trabajada, tiene ese algo especial que gusta, embelesa y nos reta a los que nos dedicamos a este mundo de la grabación.
Trabajar con ella ha sido realmente fácil. Afina muy bien, no tiene problemas de ritmo ni de entradas y ante todo ha mostrado una responsabilidad y dedicación absoluta en todo lo que se le ha aconsejado y en su trabajo personal.
A propósito, esta buscando orquesta, grupo, etc. Os animo a darle una oportunidad, seguro que no os arrepentiréis.